martes, 24 de junio de 2014

2014.06.22 – RR-Paracuellos de Jarama-Cercedilla.



Desde que hicimos la ruta de preparación para la BH Madrid-Segovia, en cuya ocasión salimos desde la estación de Pitis en dirección a Cercedilla con un recorrido de 67km, fuimos hablando de porque no hacer una ruta similar desde Paracuellos a Cercedilla con regreso en Renfe hasta Torrejón.

El grupo
Dicho y hecho, Alex diseñó una ruta desde Paracuellos que se uniría a la ruta de preparación en el carril-bici de la Crt. de Colmenar Viejo, y desde este punto compartiría la misma ruta hasta Cercedilla.  El recorrido sería de 79,8 km con un d+ de 1.380 metros.

La recompensa sería comer en Cercedilla de menú de fin de semana (Pasta y Entrecot regado con Cerveza con/sin o tinto de verano y postre).

Lo de RR del título es porque la hemos denominado Ruta Reto… a partir de ahora así denominaremos a las rutas que identificaremos como especiales por sus características diferentes a las habituales.


La ruta.
Dado que ya empieza a hacer calor, quedamos Ángel, Dennis, Villy y yo (Manolo) en el punto de quedada habitual a las 07:15, y con nuestros amigos del Club de MTB Ajalvir (Javier, Cristian y Andres) a las 07:30 en el puente de hierro del Jarama.

Una vez todos juntos comenzamos la ruta cogiendo la Pecuaria que nos acerca la Soto de Viñuelas y desde allí siguiendo esta ruta tradicional hasta el carril-bici de la crt. de Colmenar y llegados a Tres Cantos bajar hasta la valla de El Pardo que cubrimos en 1h y 25 minutos. 

Veis algo raro?
 Puente de Marmota
Antes de llegar al Puente de la Marmota, Cristian tiene un percance con el freno trasero que le hace caer, sin mayores consecuencias que los araños típicos. Avituallamiento en el puente, fotos y continuamos. Subida por sendero (que diferencia con el día de la BH, que pasamos andando todo este tramo) hasta coger la pecuaria que nos llevaría hasta el puente romano y desde este punto coger el GR10 que tras un breve descenso nos dejaría en  Manzanares el Real, donde nos refrescamos en fuente del pueblo. Llevamos cerca de 3 h. de ruta y 50 km realizados hemos hecho dos terceras partes pero nos queda la subida hasta Navacerrada pasando antes por Matalpino.

Manzanares el Real
Llegados a Navacerrada, el final está cerca y las fuerzas escasean, pero tras hacer 40 metros de empuja-bike, para coger la crt que lleva al cruce del puerto donde está la Fonda Real, desde donde haríamos el descenso definitivo hasta el final de ruta Cercedilla.

Como resumen la ruta no es excesivamente dura con un mínimo de preparación si bien, algunas zonas se hacen “pestosillas” por el tipo de pista sin ningún aliciente pero que forman parte de recorrido y pueden ser variados o cambiados por alguna senda para mayor disfrute.

Tercer tiempo, con el menú indicado, risas y comentarios de la ruta. Donde lo mejor de todo fue el compañerismo entre los componente de ambos Clubes y donde ya se establecen lazos para realizar recorridos conjuntos e incluso rutas populares de largo recorrido.

NOTA para los amigos del Club MTB Ajalvir, ha sido todo un placer de nuevo compartir con vosotros esta ruta, esperamos con ansiedad la de Tendilla tan apreciada por vosotros y que nos pusisteis los “dientes largos”…

Como siempre…"Nos veremos en el camino…"

lunes, 16 de junio de 2014

2014.05.14 Pedals de Foc


Todo comienza hace unos  meses, cuando una intranscendental  frase, llega a mis oídos “un amigo de un amigo, mío, ha hecho la ruta, Pedals de Foc, en el pirineo Leridano y dice que está muy bien”. Este fue el punto de partida, un vistazo a través de Internet y veo que la aventura se compone de varias etapas, 225km y 6.500m de desnivel positivo. No  es mala idea para una primera ruta por etapas. Ya estaba, plantada la semilla.

Con la llegada de la primavera la idea empieza a germinar, un vistazo al calendario, buscar la fecha ideal, idear  la mejor manera de “vender” la escapada en casa, buscar algunos compañeros, y ya germinaba la semilla.

14 de Mayo: ETAPA PRÓLOGO

Para esta ocasión nos hemos animado cuatro, Jesús, David, Enrique  y el que suscribe Luis Miguel (villy). Son las 15.30 y en el lugar de encuentro habitual,  ya se encuentran, Jesús y Manolo, que se acerca, para despedirnos y ayudarnos a montar las bicis en su porta-bicis, gracias a su colaboración, solo tenemos que llevar un coche, desde aquí nuestro agradecimiento.


A las cuatro en punto partimos dirección Viehla, por delante 570 km en los cuales  tenemos tiempo más que de sobra, para comentar el miedo que he pasado, con las posibles lluvias, que pueden hacer la ruta “un infierno” pero las previsiones son muy buenas.

Por el camino recibimos la llamada de Pep, director de Pedals de Foc, para informarnos, de que ya tenemos en el hotel,  esperándonos el road-book de la ruta  y mas información,  También nos informa que en el paso de Triador, existen todavía neveros y nos advierte de la mejor manera de pasar, uno de ellos, que es más complicado.

Según lo previsto, llegamos sobre las 22:00 a Viehla, desembarcamos las bicis y las guardamos en el  guarda-esquís del hotel, incluido, el porta bicis, que permanecerá allí encadenado hasta nuestro regreso el domingo, que volveremos a darnos una ducha, al finalizar la ruta.

Caras de cansancio,  así que nada de turismo, además es Miércoles noche, nadie por las calles, nos vamos a cenar una pizzería, que está a veinte metros, no hay ganas para ir más lejos.  Unas cervecitas, hamburguesas, y pizzas, revisar, la información recibida y a dormir.




15 de Mayo ETAPA 1 VIEHLA-GOTARTA

Son las 8:00  y nos encontramos en un parking, cercano al hotel, donde nos aguarda  el taxi-furgoneta, con remolque, que nos llevara a la otra parte de túnel de Viehla.

La mañana está despejada, pero la gente está muy abrigada, según la camarera, del desayuno, es que allí son muy cobardes.

Cargamos las bicis y emprendemos una larga subida, atravesamos la montaña, a través del túnel, por lo menos, nos hemos quitado unos cuantos metros de ascensión.

A la salida del túnel existe un parking, donde se despide de nosotros el taxista, dejándonos a nuestra suerte



, aquí arriba parece que hace más fresco, hay en la carretera un control de los mozos de escuadra, que está con las capuchas de sus abrigos, puestas ¡y nosotros en coullot corto!.


Después de unas dudas sobre el camino a seguir, comenzamos nuestra aventura, descendiendo al lado izquierdo del río, es bastante, pedregoso, debido a los desbordamientos, del año anterior, (este tramo el año pasado no se podía hacer) al poco tiempo ya alguno se ha mojado los pies, al atravesar uno de los múltiples arroyos que mediante cascadas y saltos, acercan el agua de la montañas al río, atravesando el camino-senda que recorremos.


Al poco tiempo, Jesús, tiene que parar a reparar una fuga de aire, en sus nuevas ruedas tubelizadas. El camino discurre por pedregosos, senderos, y al poco llegamos al primer control de paso, unas cervecitas, acompañadas, de un barra de fuet, que se distrajo, del buffet, del desayuno.




 
David muy previsor con los calambres, compra unos plátanos en el  mercadillo del pueblo. También nos acordamos de José Antonio, con lo que le gustan las piedras...




Seguidamente partimos, encarando un larga ascensión, hay que cruzar la montaña, y aquí, son todas muy altas, en un cruce dudamos, y rápido se  escucha (¡Pedals!, de frente) empezamos a subir, con calma, y ya en las primeras rampas, decido, que la chaqueta ya hoy, esta mejor en la mochila. La subida es por un camino ancho, sin mayor problema que el desnivel,  prácticamente, al tocar techo en una revuelta, sale un sendero, donde nos encontramos a dos bikers, descansando, nos preguntan si estamos haciendo la Pedal, pues han visto pasar la furgoneta de la empresa, que lleva nuestros equipajes, nos advierten que vine un tramo de trialeras, sobre una superficie, compacta de roca estrecha y arbolada, en el que en más de una ocasión habrá que echar el pie a tierra, para poder salvar algún escalón. Hasta este momento, no dejamos de decir, lo bonita que está resultando esta ruta. Paisajes estupendos, senderos muy divertidos, todo a pedir de boca.

Después de ir bordeando la montaña, empezamos un descenso, que en ocasiones se pone más que complicado, con zonas muy técnicas. Hasta llegar al pie de la montaña, para como no podía ser de otra manera, comenzar a subir, en esta ocasión por carretera, por la que no transita ningún coche, con continuas zetas que hace romperse el grupo,  para llegar a  Irán,  donde  había que sellar el siguiente punto de control, y si existiese posibilidad, comer, pues son ya la 14;15.





 Vamos llegando, uno a uno, y tras agarrar, unas  cervezas, sentados en la entrada de restaurante charlamos de lo agradable que está siendo la ruta, mientras hacemos tiempo para preparar nuestros  fatigados cuerpos, para la ingesta de alimentos, con su primero, segundo, postre, café ,copa y siesta, (una comida como Dios manda)



Para pasadas las 17 horas continuar con los pocos kilómetros que nos quedan para llegar a Gotarta, al cual llegaremos en menos de una hora. Lavadas de bicis,  duchita, charla con los compañeros, en una terraza, resguardados del aire que se está levantando,  con unas cervezas y  mini vuelta por el pequeño, pueblo, cena y charla con la dueña de la casa, una señora un poco peculiar, que se levantara inespreso, para prepararnos el desayuno,  y a dormir. En la Junior Suit, que comparto con Jesús como el día anterior y los siguientes.











16 de Mayo ETAPA 2 GOTARTA - SPUI

Son las 8:30 hora prevista para desayunar, con la señora de la casa, una persona “Hippy” se podría decir, no tanto por su vestimenta, sino por su forma de pensar y vivir.

Despertamos a David y Enrique que se les han pegado las sabanas y desayunamos copiosamente otra vez, y es que  hay que reponer  fuerzas, no se sabe lo que deparará el camino.


A las 9:30 estamos preparados para salir y la señora de la casa nos advierte desde la ventana, con una hoja en la mano, que no hemos abonado las cervezas que nos tomamos el día anterior…. (Que despiste)






 Después de abonar lar consumiciones, emprendemos camino, primero por caminos agrícolas, en ligero descenso, para continuar un tramo de carretera, que como de costumbre, no tiene ningún tráfico. Para después de unas fuertes rampas llegar a Castellers, una aislada casa en el campo,   que es nuestro siguiente punto de control, donde encontramos preparando su salida, a un par de chicos, que están haciendo la ruta por su cuenta. Pero recortándola en algunos puntos.



A partir de aquí, comienza una subida con fuertes rampas, pero sobre un camino recubierto de graba, que obliga a subir, con mucha cadencia, el camino se hace cansino. Alguno tiene que echar pie a tierra, al perder el equilibrio, otros optan por subir un rato a pie, para estirar los músculos, y otros paramos directamente, con la escusa, de esperar al último.


Tras pasar dos pueblos, semiabandonados, comienza un camino limpio de piedras , con vistas impresionantes para llegar a una carretera, que nos hará descender muy rápido todo lo subido y llegar al siguiente punto de control, con sus Coca-Colas y cervezas, y es en este punto donde descubrimos, el verdadero significado de “perder aceite”. Jesús siguiendo las indicaciones de un buen amigo suyo, se ha echado vaselina, donde la espalda pierde su nombre como si fuese gratis y  según lo apuntado por él, se paso unos cuantos pueblos, lo que produce que le valla rezumando atreves del cullote. Cada vez  que se sienta en algún sitio, va dejando manchas de aceite. Unas risas más y continuamos nuestro camino.


Volviendo a subir por un camino más estrecho que en otras ocasiones, y  más duro, para llegar a un collado de tierra roja, arcillosa y rocas          que nos obligar a poner en numerosas ocasiones el pie a tierra, debido a la  dificultad, y el agotamiento.


Hasta ahora, el camino,  había sido todo  pisteo, sin dificultad, aparte de salvar el desnivel , pero a partir de aquí, has de volver a bajar la montaña, se transforma en senderos de técnicos a muy técnicos, donde Enrique explota todo el potencial de su nueva bici.



Un poco tarde llegamos a Spui, después de haber desestimado algún que otro lugar donde comer,  llegamos a un restaurantes donde ya no nos darán más que un bocadillo de pan con tomate y fuet, donde la señora dependienta, muy amable pero un poco quisquillosa, “que si no me dejéis las mochilas encima de las mesas, que si las cervezas de una en una, que es lo  entendemos por chorizo ….” Todo peros…



Después de comer, café y helados, nos acercamos a nuestro hospedaje a unos cientos de metros, algunos lavan las bicis, y otros nos entretenemos en quitar un pincho de la rueda, por el cual se escaparía todo el aire….. No problema,  tienen un compresor, el cual utilizo para inflar y con el gel de la cámara en un minuto solucionado.

Duchita y cervezas, en esta ocasión, tengo que salir yo solo a dar un vuelta por el pueblo, el resto prefiere la barra de bar. Seguidamente, copiosa cena a base de pasta, butifarras, ensaladas, postre cafés y copas, que alguno le pasaron factura.


David, muy amablemente nos reserva  el lugar de la comida, del siguiente día solicitando chuletones para todos, (hay que darse un homenaje) esperemos llegar a una hora prudente.










17 de Mayo ETAPA 3 SPIUK - VALENDIA D`ANEU

Otra vez  copioso desayuno a las 8:30 para salir a las 9:30, David, comienza el día un poco atravesado, el estomago le esta perjudicando un poco, y al coger la bici está pinchada, después de una rápida reparación, quinientos metros de bajada y subir hasta los 2.200 metros, para los cuales emplearemos casi dos horas,  subida  tendida, con alguna rampa de mayor grado.

Subimos de dos en dos, a la mitad del camino nos reagrupamos en un cruce,  y prácticamente desde aquí, la subida la haremos en solitario, para ir llegando poco a poco a la cima, después de una fotos, continuamos camino, por la parte alta, pasamos alguno tramos de barro, producido por el deshielo, no más de 10 metros, y descubrimos que es un barro botijero, como el de Paracuellos, pero en lugar de rojo, negro, si hubiera llovido, esto hubiera sido un infierno.



Después del barro, David decide lavar la bici en una cascada, lo que aprovecha Jesús para ir abriendo camino,  llega el solo a la altura del primer nevero a atravesar, y no lo duda, se pone a cruzarlo, seguidamente llego yo, unos metros detrás empiezo a cruzar el nevero, con la bici tumbada, y a semejanza de Jesús, clavando el manillar de la bici en el hielo, a modo de piolet. En una ocasión levanto la vista y no veo a Jesús, miro hacia abajo, y veo la bici volteando ladera abajo y a Jesús deslizar por el nevero. Como hace un poco de  curva, no veo donde termina y lo primero que pienso es que se ha matado.  En ese momento miro el nevero para abajo, hay unos 75- 100 metros de hielo con una inclinación importante, trago saliva,  valoro, no me queda más remedio que continuar, sigo avanzando con pasos más cortos  e intentando asegurar bien los pies a cada paso que doy,  ya veo a Jesús, ha bajado unos 30 metros, y al llegar a la tierra, se ha frenado, dice que se encuentra bien,  y está subiendo para llegar al camino,  cuando falta unos 5 metros para terminar el nevero, se torna muy inclinado, y de repente “zas”,  empiezo a deslizar por el nevero, yo tan solo  desciendo una decena de metros, culada en el barro, y  la sonrisa tonta,  que se te pone después del susto. Seguidamente cruzan David y Enrique, a los que en los últimos metros, les ayudamos, cogiéndoles las bicis, y pasan sin mayores problemas.


 ¿Sería este el nevero difícil que nos habían advertido, o no? continuamos la marcha y tras llegar al que seria el punto más alto de la pista, aparece un nuevo nevero con una impresionante, caída, como nos dijeron lo empezamos a sortear  por la parte superior, empujando las bicis, por la montaña, Jesús cree ver un sendero, por el que intenta avanzar, pero yo creo que se aleja bastante del track, con lo cual le advierto, que voy a
mirar. Consigo llegar a ver el final del nevero y por donde se puede bajar de nuevo a la pista, en ese momento aparece Jesús con la firme intención de regresar sobre sus pasos a Spui, pues sostiene la idea de que no sabemos el tipo de neveros que vamos a encontrar, yo por mi parte creo, equivocadamente, mantengo que no habría dificultades importantes más adelante, a tenor de lo que nos habían dicho la organización.



Jesús regresa a la altura de David y Enrique, y yo alcanzo la pista superando por fin el nevero, allí espero unos minutos, llamo por teléfono, mando wassap, pero la comunicación parece imposible, no hay cobertura, a si que creo que el resto del grupo retrocedería y buscaría un camino alternativo, con lo cual prosigo el camino solo y llego a otro nevero que ocupa todo el camino, dejando un paso de tan solo unos centímetros, al lado de un barranco, trago saliva, cojo la bici, con la mano derecha, y con esta colgando sobre el barranco, avanzo, con sumo cuidado, hasta la parte más estrecha, donde se me ocurre mirar hacia abajo, más de 400 metros de desnivel con una bajada, de piedra suelta y una inclinación de más de 60 grados...de corbata... lo  pienso dos  y tres veces y con mi mano izquierda, clavando las uñas en el nevero, cual gato, consigo pasar…. (Tan solo ha sido un pequeño paso, pero que paso…)

Otra como esta y me vuelvo para casa. Decido hacer una foto, para dejar constancia de mi locura y cuando voy a emprender el camino veo a lo lejos arriba de la montaña, dos siluetas, que por momentos parecen dos persona, en otros parecen un árbol,  después de dudar durante minutos, y por más de una ocasión pensar que era un árbol, la dos siluetas se separan, ya no queda duda, son dos persona, pero serán David y Enrique o serán los otros dos chicos que  están haciendo la ruta tras nosotros.




Mientras espero a que lleguen con una piedra, plana intento ir recortando el nevero, para poder hacer un poco más de paso, pero hay muy poco espacio, y el terreno está muy suelto con mucho riesgo, de caer, a si que coloco unas piedras planas, para ayudar en lo posible el paso, y me siento a esperar su llegada.


Después de esperar unos cuantos minutos, llega Enrique, que procede a pasar por el borde del nevero, pero a la mitad, se vuelve, dice que por allí no pasa, que va a intentar buscar un paso alternativo, seguidamente lo intenta David, que con mi ayuda, cogiéndole la bici, pasa sin problemas, Enrique ve que no hay alternativa, y lo intenta de nuevo, le cojo la bici, y después dándole la mano, consigue pasar sin problemas.



Reemprendemos la marcha, y como diría Enrique parece una película de miedo, a cada loma que sorteas, no sabes que vas a encontrar después, otro nevero, otro paso complicado ... menos mal que lleva las coderas dice :).
Encontramos otro nevero bloqueando la pista por completo, pero unos metros más abajo parece que es más plano, así que decidimos atacarlo lo ahí, cuando casi estamos terminado de cruzar, escuchamos agua, agua correr por debajo del nevero, solo falta que se hunda….por suerte resiste nuestro peso, y cruzamos sin problema.


 En este momento, conseguimos ponernos en contacto con Jesús,  comentamos distintas posibilidades, que tienen para reincorporarse a la ruta, y decide, que nos espera en Valencia D`aneu, que es donde pernoctaríamos. Proseguimos camino, y encontramos el último nevero, que sorteamos, por la parte superior, siguiendo a un rebaño de cabras,

A partir de aquí bajadas trepidantes por la pistas de ski de Spot, hasta llegar por unos senderitos, con trialeras, al pueblo donde nos está esperando un señor chuletón.

Después de buscar, por el pueblo, encontramos el restaurante Joaquín, pero tiene pinta de llevar unos meses cerrado, ¿Dónde llamaría ayer, se repite una y otra vez David?

Para que no nos pase lo del día anterior, son las 15:15 y decidimos entrar  en el primer restaurante, y comemos, convenientemente, algún entrecot, a falta de chuletón, pero es un poco lento el servicio, y desestimamos, tomar unos chupitos, por cuenta de la casa,

Partimos pasadas las 17 horas, después de sellar el control, y nada más salir del pueblo, nos vemos obligados a pasar un río, con la suficiente profundidad, como para empaparnos los pies, y quitarnos las ganas de siesta, más senderitos, y bajadas técnicas,  y es aquí donde David, ayuda al estomago a digerir el entrecot, dando un vuelta de campana.

Emprendemos una subida por senderos estrechos con algún tramo técnico,  uniendo los pueblos Estais, Jou, y Refugio casa Masover, donde tenemos otro control. Esta casa esta regentada por un bombero retirado, que se dedica a organizar rutas 4x4, senderismo etc.,  y nos pregunta que si somos los compañeros de Jesús, él es también el taxista, de la zona, y fue a recogerle y le llevo al hotel, donde descansaríamos, por el módico precio de cien euros, y es que ha tenido que hacer 90km para recogerle y 90 para llevarle al hotel.



Entre unos refrescos y cervezas, le comunicamos nuestra intención de  recorrer el bosque de  Gerdau, antes de llegar al hotel, pero David, y Enrique van con las fuerzas justas, y además ya ha empezado el partido Barcelona  Atlético, que decidirá el campeón de liga. También nos informa que en el hotel hay servicio de taxi gratuito, que nos subirá al día siguiente, a ese mismo punto para continuar, la ruta.



Decidimos, bajar por carretera al hotel,  lavamos las bicis, y sin tiempo para cambiarnos, pero con unas cervezas, podemos ver la segunda parte del partido, “en territorio enemigo” finalizado este con empate y dando  Campeón de liga el Atlético, y para evitar cualquier tipo de altercado, y como durante el partido, solo hacemos comentarios por lo bajini.


Después de la ducha,  unas cervecitas más para hacer tiempo y comentar lo acaecido durante el día, cena y sin más a dormir, y es que no sabemos si fue el estrés de  los neveros o la dureza de la etapa, algunos están, muy, muy cansados.















18 de Mayo 4º ETAPA VALENCIA D´ANEU  VIEHLA

Hoy madrugaremos un poco más que otros días para poder terminar lo antes posible, y a las 8:00 estamos desayunado, recogemos los enseres, y cargamos las bicis, en la furgoneta que nos subirá, al Refugi Casa Masover, donde, sellara su control de paso Jesús. Continuamos dirección al bosque de Gerar, sendero estrecho y técnico, para después de  tres kilómetros, afrontar una zona de empuja bike. Continuamos por pistas forestales y  a unos cinco kilómetros de la salida, Jesús nos dice que le ha dado un tirón, que lleva un rato forzando, y que prefiere volverse con su amigo el bombero que le subirá a lo alto de puerto de la Bonaigua, nosotros continuamos hasta el Bosque de Gerar, donde hay un tramo de unos 1500 metros, que no se puede circular en bici, y nos obligan a pasar andando bajo multa de 600€.


Al abandonar el bosque, continuamos una larga bajada por carretera, hasta llegar al rio Isil, al cual seguiremos buscando su nacimiento hasta la estación de esquí de Baqueira Beret.

Atravesamos pistas forestales, solo transitada por algún todo terreno. Desde Beret, bajada trepidante por caminos, al principio con nieve, y senderos estrechos, con tramos muy técnicos, donde David, vuelve a voltear, en  un tramo de escaleras.

Unos pueblos antes de llegar a Viehla, me despisto un poco de track, y me salgo unos cien metros, al volverme, paso al lado de un  señora, que lleva un Pastor Alemán, atado con una correa de metro y medio, y sin mediar gruñido, ni ladrido alguno, el perro me propina un mordisco en la pierna, regalo de despedida, espero que por lo menos estuviera vacunado, después de llamar la atención a la propietaria, un unas leves disculpas, partimos con el mallot roto, y la pierna ensangrentada, camino de Viehla, donde nos espera, Jesús, duchadito, y reposado.


Una rápida comida, a base de chuletón, con cervecitas para las agujetas, y visita a las oficinas de Pedels de Foc a recoger nuestro mallot conmemorativo de la hazaña y unas botellas de champagne para celebrarlo. Y como no comunicarle a Pep el miedo que pasamos en los neveros.

Regreso al Hotel del primer día, ducha, recoger todo, colocar las bicis, en el coche  y camino a Paracuellos, para llegar a las 23:30, con una gotitas, que solo notaron sobre sus cabezas, aquellos que van “Cabriolet”.

En resumen una experiencia inolvidable, con un clima ideal, sin problemas mecánicos reseñables, aconsejable para todos aquellos que le guste el puro mountain bike. En 225km con 6500m de desnivel hay distancia para pistas, senderos, trialeras e incluso empuja-bike, no recomendable para los que no le gustan los “pedrolos” ni las zonas técnicas, siempre y cuando no les moleste el empuja bike. Agradecer la amabilidad y simpatía de todas y cada una de las personas que nos encontramos en el camino, excepto la señora del perro. (jeje)





Y como ya veníamos comentado en el viaje de regreso, ¿Cuándo será la Próxima? Esperemos que sea lo antes posible ¿dónde? ¿al pirineo Aragonés? o tal vez será... ¿Pedals de Granada? recorrido semejante en cuatro etapas…………

Nos vemos en los caminos

Saludos Luis Miguel  (Villy)



jueves, 12 de junio de 2014

2014.05.24 - BH Madrid-Segovia Experiencias.

 Estimados todos, (Como diría Alex), jejeje.

Han pasado algunas semanas sin publicar rutas, volvemos a la carga y con renovadas fuerzas.

En este caso, y haciendo los mismo que con la ruta de Avila-Majadahonda donde los participantes escribían su experiencia, os dejo con los relatos de cada uno de los que participamos de esta excitante y sufrida ruta.




Javier Caballero (Javi):

6:30 de la mañana, suena el despertador, después de tantos meses llega el gran día. Duchita y a desayunar que he quedado con los chicos en la salida. He dormido en el Hotel que recomienda la organización porque mi primo (Pedro) vive en Leganés y no le gustan los madrugones. Desayuno normal en el hotel, sin excesos. Nos preparamos y salimos con la hora pegada (7:35). De camino a la salida nos perdemos y salimos los últimos, literalmente. 

Empieza el gran día, con muchos ánimos. Vamos por las calles de Montecarmelo hasta que cogemos el  camino de tierra. Voy mirando pero no veo a nuestros compis del club, bueno ya les alcanzaremos en algún avituallamiento. En general, la gente con muchos ánimos y con ganas de parar en todos los pueblos para tomar cañas. 

Nada más salir primer parón, creo que es la salida oficial y empezamos a pedalear tranquilamente dirección a Tres Cantos, primer avituallamiento (km 14), en él están todos, Jose Antonio, Manolo, Alex, Kiko y Dennis, como vamos bien servidos de liquido seguimos sin parar afrontar los sube y baja que nos esperan. Muchos de ellos son duros y con la piedra suelta, en más de uno hay que hacer empuja-bike debido a Bikers que empujan sus bicis y no se retiran. Proseguimos y llegamos al segundo punto de avituallamiento sin ningún problema, en este si paramos y cogemos de buena gana la barrita y gel que te dan. Con todo el club reagrupado (excepto David ) reanudamos la marcha, antes cogiendo otro gel por si las moscas.

De camino a Colmenar, Manzanares y Matalpino, vemos unas cuantas averías (cadenas rotas, pinchazos, fotógrafos de paisajes, etc.), hacemos varias paradas en los distintos avituallamientos, rellenamos botes y reponemos fuerzas(mas barritas y mas geles), para afrontar el tramo que nos llevara a Cercedilla, donde en teoría si no estaba bien, teníamos la intención de coger el tren de vuelta a casa. Pero muy satisfactoriamente el ritmo que he cogido, más lento que mis amigos del Club, me hace llegar bien de fuerzas y tras descansar y comer un bocata de jamón que me había preparado el día anterior. Les digo a Alex, Jose y Manolo que nosotros empezamos la ascensión a la Fuenfría , que ya nos cogerán subiendo.

Salimos del avituallamiento de Cercedilla y empezamos la ascensión, caminos asfaltados y bastante anchos, no es muy complicada pero constante la subida, ya llevamos casi 70 km en las piernas. En el km 74 hago un parón para descargar las lumbares y cervicales que me empiezan a molestar y hago un tramo a pie, en eso que aparece el primer miembro del club, Jose Antonio, nos pregunta: “todo bien” y le deseamos buena suerte con su ascensión (va como una moto), proseguimos la ascensión y un poco después nos adelantan Alex y Manolo, a los pocos km hace lo mismo Kiko. Ya noto los kms en las piernas y prefiero bajar el ritmo y llegar arriba (sigue molestando las lumbares y el culo). En eso que levanto la vista y veo que casi hemos llegado al alto de la Fuenfria y veo a Manolo, Alex y Kiko charlando mientras descansan un poco. Paramos y descansamos y comentamos un poco la ascensión. Yo solo hago mirar hacia mi derecha y veo que nos quedan unos 30km de descenso. Nos ponemos ropa de abrigo para no enfriarnos en el descenso.

Reanudamos y cada uno a su rollo, empiezo a bajar detrás de mi primo que va como una moto. Es una bajada que te hace estar muy alerta y con los ojos bien abiertos, tiene tramos muy empedrados y toda precaución es poca. Tras muchos km de descenso entre arboledas, empezamos ya tramos donde hay poca vegetación. Pasamos vacas, una carretera e incluso pasamos por alto el avituallamiento final antes de Segovia. Nos quitamos la ropa sobrante y continuamos descendiendo, y a los lejos vemos la ansiada Meta. Gracias a dios que es cuesta abajo, no aguantaría ningún puerto mas, ya empieza a doler bastante el culo, tanto que es insoportable estar sentado. Llegamos a la meta, nos dan una medalla, agua y nos quitan el chip y veo a casi todos los componentes del Club. Esperamos a que estemos todos, y mientras lavamos las bicis. Entonces nos dirigimos hacia el Acueducto para hacer la entrada triunfal y las fotos oportunas. Y justo en el ultimo escalón antes de empezar a bajar por la escaleras del Acueducto, no me da tiempo a levantar la rueda trasera (debido al cansancio), reviento la rueda trasera (menos mal que ha sido al final) y me doy cuenta en el tercer tramo de escaleras de bajada. Nos hacemos las fotos frente al Acueducto y nos dan la noticia de que los trenes de Renfe salen a horas impares (18:30), cambiamos rápidamente la camara y salimos escopeteados hacia la Renfe, tras 4 km llegamos a las 18:55 y parece que nos estaba esperando el tren. Gracias a dios que hemos llegado, el siguiente Tren salía a las 21, próxima parada Torrelodones. No me he despedido de los Compis del Club y sin batería en el móvil. Ha sido una experiencia muy buena pero también muy agotadora. Venga que empieza la Final de Champions.

Ha sido un placer compartir estos caminos con vosotros chicos, somos un Gran Club pero sobre todo “Grandes Amigos”.

Manuel Rodríguez (Manolo):

Desayuno fuerte, hoy va a ser un día largo y duro, la ruta es la BH Madrid-Segovia (108 km). Tras reunirnos en el punto de quedada, partimos hacia el pueblo de Fuencarral, lugar de partida de la ruta. Al llegar, vemos el estupendo ambiente que se respira, mucho biker, mucha ilusión, y muchas ganas de empezar, lo bien que está montado por parte de la organización. Nos situamos en nuestro cajón de salida.


A las 08:00 se da la salida oficial, hasta las 08:10 no pasamos por el punto de salida, tras salir de Fuencarral  cogemos las pistas de tierra  con alguna retención, es lógico somos muchos (2100 participantes) y no cabemos todos en algunas estrecheces del camino.

Atasco en la Marmota
En el primer avituallamiento (Tres Cantos) nos juntamos todos los del club excepto David que al salir en el primer cajón seguramente nos lleve una buena distancia. Vamos animados y charlando hasta llegar a las cercanías del puente de la Marmota, nos llevó pasarlo algo más de una hora. Se aprovecha para hablar y comentar con algunos participantes llegados de Segovia, Burgos, Andalucía, Coruña, Cantabría, etc… este deporte es muy grande…

Una vez pasado el atasco, ponemos ritmo, ya todo el camino será  de subida,  son pistas amplias donde Kiko y yo vamos adelantando a algunos bikers que llevan ritmo distinto, cada uno pone el que más cree conveniente. Nos hemos distanciado del resto de componentes de Club sin darnos cuenta.

Llegamos al segundo Avituallamiento cerca del Km  treinta y algo, paramos a coger bebida y alimento, hay que comer y sobre todo beber, Kiko y yo continuamos un poco mas adelantados al resto del Club.

La pista sigue “picando para arriba” muy tendida pero inexorablemente te va consumiendo, antes de llegar a Manzanares el Real tenemos una bajada donde descansar las piernas y seguidamente el tercer avituallamiento donde volvemos a tomar refrigerio y alimento (barritas y geles).

Seguimos, empiezo a notar calambres en el gemelo izquierdo, en breve hará efecto lo ingerido en el avituallamiento pero bajo un poco el ritmo, los compañeros se distancian de mi pero les sigo de lejos, pasamos Moralzarzal, y se endurece la ruta subiendo hacia La Barranca, ya llevamos cerca de 60 km. Y esta subida hace criba, los SPM (suputamadres) se oyen esporádicamente entre los bikers, algunos hacen parte de la subida mediante el procedimiento de “empuja-bike”. 

Llegamos a Cercedilla, primer objetivo cumplido ya que hemos pasado el corte de la organización, descansamos y comemos. Nos hemos reagrupado todos, Joder Alex…, estas muy fuerte tío como has subido la Barranca. Nos enteramos que David ha sufrido una avería irreparable en la rueda trasera y está camino de vuelta en Tren. Que faena…

Continuamos ruta, nos queda subir la Fuenfría, JoseA. pone un ritmo infernal y se distancia, el resto ponemos el que podemos, algunos ya con fuertes calambres en las piernas, pasamos a Javi y su Amigo que habían salido un rato antes desde Cercedilla, van a un ritmo un poco mas tranquilo. Nos reagrupamos en el alto de la Fuenfría, pero falta Dennis que arrastra calambres desde el inicio de puerto.
Decidimos continuar, en la bajada por pistas forestales me distancio, solo quedan 20 km, que los cubro en algo menos de una hora. Llego a la meta del tramo cronometrado  donde me espera JoseA. Y donde esperamos al resto del Club. 

Desde aquí hasta El Acueducto vamos juntos donde nos espera la llegada oficial, la han montado genial tipo a la Vuelta, bajando por tramos de escaleras y público aplaudiendo, te hace sentir algo especial…
En fin, toca vuelta a casa en autobús de la organización, algunos durmiendo por el cansancio acumulado pero felices por haber terminado. David, lástima de tu avería, el año que viene será… La organización ha estado fenomenal, la ruta ha estado muy bien indicada, no te hacía falta el GPS, con un punto a mejorar por los atascos.

Felicidades a todos los miembros del Club que han participado, ha sido un placer haber compartido estos kms en vuestra compañía, este club, aparte de otras cosas, es lo mejor que tiene.

Saludos. Manuel.

Alejandro Weil (Alex)

En enero mi amigo Fede me avisó de esta ruta. La página web la describía como una ruta exigente (108 km, 2200 m de ascenso positivo y 1800 de descenso) con un máximo de 2000 dorsales.

Para esa época yo estaba jugando con la idea de apuntarme a mi primer “gran ruta”, pero los 2000 bikers me echaban un poco para atrás: ¡es mucha gente!; yo soy más de rutas entre unos pocos amigos, y como en el Club se está estableciendo la tradición de hacer la SRAM (Super Ruta Ávila Majadahonda), en la que participan 100 bikers o menos, me pareció que ésta sería en principio una mejor opción. En principio. Una vez tomada la decisión de apuntarme a una ruta de 100 km, al pensar en la preparación necesaria, ví que la fecha de la SRAM no me dejaba tiempo suficiente, así que decidí unirme a la marabunta (acabamos inscribiéndonos casi 15 bikers del club, muchos de ellos por gentileza de Ángel, que trabaja cerca de La Grupetta, aunque con el cambio de fecha por parte de la organización sólo quedamos nueve inscriptos: David, Dennis, Javi, José Antonio, Kiko, Manolo, Oscar, Raúl y un servidor).

El comienzo de la preparación se fue demorando por lluvias y quehaceres varios, y para mediados de abril, tras una aparatosa caída con golpe en un hombro pero sin mayores consecuencias, empecé a preparar la ruta con más ganas que conocimiento (y con ninguna experiencia). Durante una ruta le pregunté a Manolo qué sería conveniente hacer; su sabia respuesta: “rodar, rodar y rodar”. Así que me puse a ello, haciendo lo poco que podía: ida y vuelta al trabajo (Tres Cantos) una vez por semana, sólo, tirando de fuerza de voluntad, y la salida "religiosa" del domingo, tan placentera, con el club. Ya para primeros de mayo nos empezamos a poner serios y con algunos amigos del club pensamos hacer una ruta un poco "especial": de Pitis a Cercedilla, para volver en Cercanías; 65 kms y 1600 m de desnivel (para mí, hasta ese momento, la ruta más dura de toda mi vida!!). Para el jueves 15 de mayo preparamos otra ruta seria: La Cabrera – Miraflores - Puerto de Canencia - Puerto de Morcuera, y regreso en bici: 80 kms y 1800 m de ascenso. Segundo récord! Ambas rutas las hicimos a nuestro ritmo, entre amigos; un placer. A partir de ahí los entendidos recomendaban empezar a reducir intensidad, así que salí el domingo 18 con el club (50 kms, 1000 m de ascenso; joder, si en comparación parece poco....) a ritmo tranquilo porque las piernas notaban la paliza del jueves anterior. El martes 20 nuevamente a Tres Cantos, y luego descanso hasta el 24, día de la ruta a Segovia.

A medida que se acercaba el día, la verdad es que me iba poniendo un pelín ansioso, casi como en situación “pre-examen”. Era una sensación dentro de todo placentera, y que tenía un aspecto positivo: resolvió el posible estreñimiento previo; así que ya el día anterior estaba fino fino, con expectativas de evitar el nunca deseado “apretón” en medio del monte. La noche anterior, mientras estaba por cenar un buen plato de arroz con pollo (preparado con mucho amor) y una cerveza, vinieron a desearme suerte Jose y Eva, unos amigos que corren en plan “bestia”; ipso facto me cambiaron la cena por pasta y cerveza sin alcohol. Vale, todo sea por estar en “buena” forma al día siguiente, me como la pasta y guardo la birra para la vuelta…. pero cuando se marcharon, el pollo me lo comí! Y a la mañana siguiente, desayuné otro plato de pasta. Por cierto, para la próxima gran ruta, Jose y Eva me recomendaron la siguiente dieta para los días previos: unos días antes: nada de hidratos de carbono ni alcohol; el día anterior o los últimos dos días: hidratos a punta pala…. pero nada de alcohol (qué pena).

La mañana se presenta…. muy pronto: el despertador suena sobre las 6. Besito de buena suerte y última comprobación del gran check-list preparado por Manolo: todo correcto, así que parto hacia el CC Miramadrid, punto de encuentro para luego proseguir hacia Montecarmelo. Aparcamos, montamos bicis, etc., y rumbo al punto de salida, no sin antes intentar dejar el último “pinito”. Ahora sí, todo listo.

¡¡¡¡Por Dios, cuánta gente!!!! Aunque la salida está completamente abarrotada, por suerte nos encontramos algunos compañeros para arrancar juntos. Nos faltan David, Raúl y Javi; ya nos encontraremos en el primer avituallamiento. Desde que dan la salida hasta que empezamos a rodar pasan unos 10 a 15 minutos, y a los pocos metros…. primer atasco. Esto no pinta bien. Seguimos rodando por pistas, y la ruta nos lleva a unos toboganes, donde gran cantidad de bikers ¡se bajan de la bici en las cuestas!, bloqueando a los que nos animamos a subir montados. Insisto: esto no pinta bien.

En estos primeros kilómetros Dennis y yo vamos juntos, charlando tranquilamente, hasta que en el primer avituallamiento nos encontramos con Javi, José Antonio, Kiko, Manolo y Oscar (David y Raúl van más adelante). Este avituallamiento es en Tres Cantos, sitio que me recuerda a mi compi Alberto, que está con una hernia cervical y sin poder tocar la bici. Compi, recupérate pronto, ésta va por ti.

Esperando a cruzar el puente de La Marmota
Comienza la bajada, y llegamos a la valla de El Pardo; es todo felicidad: el clima está ideal, la media en 13 km/h, vamos bien, ansiosos por llegar a la bajada de La Marmota.. Hasta que…. ¡No! ¡Otro atasco! Y este es de los buenos. Tras media hora parados, empezamos a movernos…. Y viene una nueva desilusión: la bajada a La Marmota la están haciendo todos a empuja-bike, así que para montarse en la burra tocaría esperar otra hora a que pasen todos. Ni hablar. Así que bajo desmontado y me pierdo una de las mejores partes de la ruta. Esto no es que pinte mal, ¡es un desastre!


Tras hora y media de atasco logramos cruzar La Marmota, que ha hecho honor a su nombre; un horror, todo empuja-bike y la media baja a unos 9 km/h. ¡Mierda! Ahora vamos a tener que apretar el ritmo para llegar a tiempo a Cercedilla; y apretar el ritmo no me gusta nada, soy de los que gusta ir tranquilo, a mi ritmo. Por suerte el tramo siguiente no se da mal y la media empieza de a poco a recuperarse. Al llegar a Manzanares, donde nos volvemos a encontrar todos (menos David y Raúl, por dónde andarán, ya en Cercedilla quizás…), seguimos ajustados de tiempo. Pues a seguir moviéndonos; próxima estación: Avituallamiento Mataelpino, donde volvemos a reunirnos los 7 habituales. Los avituallamientos me parecen en general bastante bien organizados, la fruta y bebida entran de cine, nos reunimos todos y tenemos unos minutos para charlar.... en fin, esto no está tan mal después de todo.

Hasta ahora no he probado ninguno de los geles, sólo fruta y barritas, y de momento bien. De tiempo vamos mejor pero no puede uno distraerse, que es la 1:30, a las 3 cierran el control de Cercedilla y faltan unos 15 km. Un pinchazo y adiós, y además aquí empieza el tramo donde hace pocas semanas pinché, así que me meto más fruta, un gel, y a seguir. Como voy medio bien de fuerzas y me siento cómodo en el sendero, decido apretar un pelín el ritmo, y sigo a buen ritmo toda la subida hasta la Fonda Real, a la que llego apenas pasadas las 2…. Y donde para mi sorpresa, ya que no lo recordaba, está el control de Cercedilla. ¡¡¡¡¡Siiiiii!!!!! ¡¡¡¡Llegué!!!! ¡¡¡¡Esto es una maravilla!!!! La preparación ha dado sus frutos.

Espero unos minutos a Manolo, y bajamos juntos a Cercedilla. Vamos desencontrados del resto, algunos irán por delante y otros por detrás, pero nos reunimos nuevamente en Cercedilla. Ahí nos enteramos que David ha sufrido una avería y se vuelve (qué pena compañero, la próxima vez será), y vemos a Raúl que ya arranca hacia Segovia. Qué máquina.

Una hora y pico que tardamos en que nos den la pasta, comer, meadita de rigor, y montar nuevamente. Joder, ¿Dónde han quedado esas buenas sensaciones? Frío, más cansado de lo que pensaba, y con el culo perjudicado, empiezo la subida al puerto de la Fuenfría. La recordaba como una subida más bien tendida, no demasiado exigente; pero claro, cuando la hice no tenía 70 km en las piernas (ni en el culo). Menuda diferencia. Pero estamos aquí, y no es momento de darse la vuelta, así que con paciencia vamos dando pedalada tras pedalada, alternando tramos sentado y de pie (por eso de tener el culo como el de un mandril). Hay que llegar al mirador Vicente Aleixandre, a partir de donde, según Manolo, se suaviza la pendiente de subida. Por suerte, la grata compañía hace mucho más llevadera esta subida, auténtico desafío que logramos superar a base de obstinación, paciencia y buen rollo. Aquí el grupo se estira un poco; JoseA va como una moto y coge la punta, seguido (bastante lejos) por Manolo y por mí; muy cerquita vienen Kiko y Oscar, luego Javi y un poco más rezagado Dennis. Lo importante es que seguimos todos, y que lleguemos todos a la Fuenfría!!!


Fotos de rigor arriba, nos abrigamos y empieza la bajada, aunque me quedo atrás para hablar por teléfono con Dennis y, tras ver que todo iba bien y que estaba casi arriba, arranco. De aquí en adelante es todo disfrute; la bajada hasta Segovia es larga y muy bonita, con pista, sendero y tramos un poco más técnicos. Me empleo a fondo en alcanzar a mis compañeros, y de a poco voy dándoles “caza”; a todos salvo a JoseA, que iba muy adelantado, y a Manolo, que debe estar bajando como un poseso. En el último avituallamiento me encuentro con Kiko, que estaba comiéndose una barrita tranquilamente, y seguimos el tramo final juntos hasta cruzar la meta, abrazados.

Como primera gran ruta ha sido una experiencia espectacular. Lástima los atascos, sin los cuales la habríamos acabado en menos tiempo y sin presiones. Sin duda, para mí lo mejor del día ha sido hacer esta ruta en tan grata compañía. La bici de montaña me da esos momentos, fruto de la combinación de esfuerzo y desafío individual, pero realizado en grupo y acompañado por gente entrañable mientras alterno entre la concentración total en el camino y la contemplación de unos paisajes de ensueño, en que pienso que algo más se le puede pedir a la vida, pero no mucho…..